Archivo | marzo 2017

El príncipe de Gales

PODRÁS ESCUCHAR EL POEMA PINCHANDO EN EL NOMBRE MIENTRAS LO LEES.

 

 

El Príncipe de Gales

«treinta huevos, diez pesos»

tiene la nariz roja de cerveza

o de hartura,

el pelo colorado y un tatuaje

en el brazo dormido.

Por eso, lo llamamos

El Príncipe de Gales:

su enorme parecido

con el real tocayo que vive en un palacio

asombra al transeúnte.

Por la mañana pasa

con su grito atorrante:

«treinta huevos, diez pesos»,

porque anuncia los huevos con furgón y parlantes.

Unos huevos caseros que alimentan familias

y abastecen el hambre

de los barrios humildes

y los barrios privados.

¡Qué huevos esos huevos,

amarillos y blancos,

maná de los corderos

del Príncipe de Gales!

El Príncipe de Gales

nos sonríe sin dientes,

envuelve, cobra y vende

«treinta huevos, diez pesos»,

con su porte inefable.

El Príncipe de Gales

domina continentes,

planifica las guerras con su falda elegante

y se ríe con nobles implantes y ortodoncia.

El Príncipe de Gales

se gana su sustento con imperial recaudo:

nieve, llueva o truene,

«treinta huevos, diez pesos»

treinta veces comidos

con una libra y media de esterlinas sin fondos

al Sur desheredado del Príncipe de Gales.

El Príncipe de Gales

no comprende de cuentas,

no sabe Economía,

los bancos no le prestan, pues no los necesita.

El Príncipe de Gales,

el otro, el argentino,

no comprende de cuentos

ni sabe Economía,

los bancos no le prestan, pues no lo necesitan.

El Príncipe de Gales,

changarín, buscavidas,

ofrece huevos grandes

a cuatro la docena.

Publicado en mi libro Enfundá la mandolina.

gales y harry

 

El príncipe de Gales y su hijo Harry (el ADN confirmó la paternidad)

 

Antropólogos del futuro

 

Antropólogos del futuro

Cuando los antropólogos del futuro exploren nuestro tiempo, lo harán a través de los relatos de experiencias reales, como con este pequeño ejemplo que me tocó protagonizar:

Estoy sentado en el umbral de una iglesia del centro de la ciudad. No importa cuál. Es mediodía.

Acabo de llegar de Sudamérica sin tener dónde ir, pero no mendigo.

Apenas escucho los ruidos de la multitud que circula presurosa de un lado a otro, conversando animadamente o cariacontecida, mientras gesticula con un teléfono móvil en las manos. No me ven.

Me obligo a no oler los aromas exquisitos de las comidas étnicas y coloridas que ofrecen los bares al turista, por pocos euros. Las espléndidas jóvenes visten con esa estudiada elegancia informal y caminan con aires de nobleza. Perdido en mis vagos pensamientos me enfrento con la desesperación del recién llegado.

Una mujer mayor (¿75, 80 años?) se acerca y me pregunta con dulzura si me ofendería al ofrecerme un bocata de jamón ibérico con su pan humeante sin tocar.

—¿Cómo supo que tenía hambre, señora? —le pregunté.

—Estás en Madrid, hijo —respondió al tiempo que me daba su botella de agua y su emparedado—. Ya tendrás oportunidad de hacer lo mismo. Disfrútalo.FRANK PRAYTOR ALIMENTANDO UN GATITO 1955

 

 

Frank Praytor alimentando un gatito en 1955

 

 

 

Lu
Este relato ha sido seleccionado por scripto.es para integrar una antología de cuentos de Madrid.

 

COMO ME HAN SOLICITADO COLABORACIÓN EN LA DIFUSIÓN AQUÍ LO COMPARTO PARA MIS QUERIDOS AMIGOS ESCRITORES Y LECTORES.

«Querida Lucia.

Nos alegramos mucho de comunicarte que tu texto ha sido seleccionado para formar parte de nuestro libro solidario, que publicaremos con el título “El mundo en tus manos”, elegido por votación entre todos los colaboradores. Próximamente, iremos anunciando en scripto.es el avance de las distintas fases del proceso de edición y publicación que culminará con la salida a la venta de nuestro libro, del que tú ya eres parte.

Queremos agradecerte que hayas decidido colaborar en este proyecto y también animarte a que nos ayudes ahora a darle la mayor difusión posible. Se trata de recaudar el máximo de fondos posible para Médicos sin Fronteras y para ello es fundamental que nuestro libro se conozca y se venda. Como sabes, la totalidad de los ingresos van destinados a MsF y, para hacerlo con total transparencia, periódicamente publicaremos en scripto.es las cifras de ventas y los justificantes de todos los movimientos de dinero.»

ESTRENO CUENTO: CAOS EN LA GRAN CIUDAD.

 

vettriano

 

El  indiscutible Jack Vettriano

 

CAOS EN LA GRAN CIUDAD

Se produjo un caos aquí en la gran ciudad.

Los constructores de historias perdieron credibilidad y respeto, y entraron en huelga indefinida.

-Nosotros somos mano de obra barata- decían. Producimos tanto y tan bien. Hasta las tonterías que los políticos recitan y utilizan con frecuencia para enriquecerse son de nuestra excelsa pluma. Cualquiera  se cree con derecho a asegurar que nuestras ideas son suyas sin pagar un cobre, a plagiar alevosamente y después burlarse de nuestros magros ingresos y nuestra vida suburbana.

En la junta previa se juzgó prudente negarse a contar y escribir como medida de fuerza hasta obtener un trato digno, igual que maestros, camioneros, empleados de tienda o médicos.

Al principio, nadie notó la falta de creatividad. Había mucha obra  en anales de almacenamiento; las bibliotecas desbordaban de libros, videos, películas, discos.

Sin embargo, al poco tiempo, los teatros dejaron de vender entradas porque los actores apoyaban a los autores originales, en silencio,  hartos de repetir “Ser o no ser, esa es la cuestión” y no se presentaban a escena,  y a los humoristas los silbaban porque todos conocían de antemano los remates de los  chistes.

Los profesores que antes adoraban a Cervantes, a Goethe, a  Freud, a Marx, esperaban ansiosos las novedades, inútilmente. Las clases se volvieron repetitivas y densas sin sus habituales matices.

Los poetas se solidarizaron con los constructores de historias y empezaron a emplearse como camareros, peluqueras y dependientes de hotel dejando de hacer versos de amor, de alabanza y de melancolía. Así fue como se dieron cuenta de que su tristeza congénita se evaporaba cuando cobraban el salario mensual ahora que podían comprar zapatillas nuevas y comenzaron a  olvidarse los trajes de las Musas en el perchero de los bares.

Las familias  tenían poco o nada que comunicarse por falta de actualidad en los diarios. Apenas un saludo matutino de “buen día, ¿galletitas o tostadas?”  Se acabaron los “¿viste lo que le pasó a Fulanita? o un “qué barbaridad lo que hizo Mengueche” que daba tema de conversación, sorpresa y risas durante largo rato.

Los automovilistas se quejaban porque las multas automáticas los acorralaban y no había quien presentara un recurso de amparo. Los abogados son los mayores constructores de historias para defender a sus clientes y, tal vez por eso,  se transformaron desde el primer día en delegados de los reclamantes abandonando sus litigios profesionales.

Los circos seguían con sus acróbatas, sus luces de colores  y sus cabriolas pero los payasos se negaron  a trabajar sin estreno de guiones. Las cachetadas aburrían al público y los tigres venían cada vez más mansos, para colmo,  los ecologistas no estaban en la puerta con pancartas contra el maltrato animal.

Ver jugar al fútbol sin comentaristas era lo mismo que ver un partido de ajedrez sin conocer las reglas.

Las parejas se amaban como siempre, pero un poco después de la lujuria no había nada que decir excepto que los narradores estaban en paro y que había que hacer algo para salvar a la humanidad del tedio.

Un día llegó un dios a la Iglesia, que estaba semivacía porque sus homilías eran idénticas en todas las religiones imaginables, sin parábolas, ni sabiduría ni metáforas agradables sobre la vida y la muerte,  la trascendencia del alma o la discusión sobre el sexo de los ángeles.

El señor Dios pidió la palabra en el púlpito, pero un ejército de guardaespaldas de los constructores de historias le advirtió las consecuencias de ser un rompehuelgas.  Él  no se inmutó, y con una dulzura poco habitual abrió su cartera, extrajo varios billetes  y se los ofreció.  Sin hablar derribó los prejuicios instalados. Luego pidió charlar con el delegado mayor.  Estuvieron reunidos horas, días, semanas,  pero no lograban acordar nada en concreto.

La preocupación crecía a cada instante.  El cielo se cuajó de nubarrones grises.

Algunas mujeres estaban muy molestas pensando que algo malo tramaban a sus espaldas, así que una vocera propuso entrar al recinto secreto bajo pena de abstención sexual de la comunidad en lo futuro si no la dejaban pasar. Todas aplaudieron la idea.

Como era previsible los guardianes le permitieron la entrada a la sala de negociaciones, de inmediato, tras oír la advertencia.

Cuando se esparció el humo blanco,  los integrantes de la reunión salieron eufóricos a dar su comunicado final:

  • El abogado que oficiaba de delegado pasaría a llamarse Pere y en representación de los constructores de historias les iba a explicar las conclusiones con detalle, a través de un código que redactaría a la mayor brevedad posible.  el dios le iba a otorgar el paraíso y a una bella dama  que lo atendiese y diese hijos inteligentes y valerosos a quienes educaría según el mandato divino.
  • Los constructores de historias serían los encargados de difundir las leyes y relatos; podrían transcribir sus testamentos, biblias sagradas y apócrifas, coranes e inventar todo lo que su imaginación les dictase, en el idioma que quisieran, siempre y cuando olvidaran el pasado y enterraran los antecedentes históricos a buen resguardo de investigadores oportunistas. El pago iba a ser ejemplar en divisas y honores y la credibilidad en sus dictámenes iba a ser restaurada el año del Apocalipsis que fue fijado para el 2020.
  • La mujer se llamaría Antela y aceptaría que en el cuento se dijera que había nacido de una costilla de varón. A cambio recibiría un pago excepcional –que todavía permanece oculto a la comidilla-. Las otras mujeres curiosas la interpelaron para saber cuál sería ese pago misterioso. El dios posó sus ojos en la intrépida mujer que logró el consenso definitivo entre Pere y el dios y con una mirada fulminante y conminatoria para que no revelara el don de la sabiduría respondió: “el tesoro que toda mujer lleva en sus entrañas” y  la gran Ciudad festejó sin mayor requerimiento.

Esta es la breve historia del caos. El problema es que se acerca el año 2020 y no encuentran a Eva Miriam García por ninguna parte. Nadie supo nunca cómo logró convencer al doctor Adán De la Frontera, al señor Dios  y los rehenes del poder y el capricho, para que depusieran las armas y que cada cual se dedicara a regar su jardincito.

Lu

 

Crear para creer

 

Creer para ver.

Ver para perder.

No mirar. No pensar.

 

Esta es mi vida en la plataforma submarina.

La que quisiera reinventar contra el cristal

manejado por hebras del destino.

Este es mi paso hacia el ocaso.

La belleza que desprecié sin duda alguna.

El momento que perdí en carnavales húmedos

hasta volverme monstruo

con cara de niñita abandonada.

Cantar para llorar en los papeles.

Creer para croar

como una rana cruda

que ve moler sus ancas

para alimentar bichos y pirañas

que van en grupo,

robando monedas

para tirarlas al precipicio

y desfogarse

en las maquinitas de los casinos

inflamadas de odio  y de misterio.

 

Crear para creer.

Creer para soñar.

 

Esta es mi vida en los zaguanes dolientes.

Las antorchas se encienden

en lo oscuro de la caverna

hasta iluminar a la muerte horripilante

que nos persigue

como un detective astuto

que aventaja a sus presas huyentes.

Soñar para alcanzar

el tiburón de

la nave náufraga.

Creer creciendo,

sin desasir el rumbo.

Las estrellas nos buscan

y no existen.

El sol se multiplica

y no existe.

Su luz nos llega tarde

y no existe.

Tan lejos del presente

nada existe.

 

Dame la mano y llévame contigo

hacia el averno en el cielo.

Te escucho, te contesto

y aunque nadie nos vea

plantar en los almácigos

los pimpollos

de albahaca o clavelinas

te presumo y te creo.

 

Crear para ver;

para sentir;

para tocar;

para oler

y desembozarte.

 

Para aprender a descubrir

el amor en las palabras,

la bondad en la justicia,

a ti en la intimidad.

 

Creer para ver.

 

Lu

 

Se puede escuchar el poema recitado, pulsando en el nombre Creer para ver.

 

 

(Hubo una pequeña modificación entre el poema y el audio, que espero discernir si corresponde en el verso «sin desasirla» por «sin desasir el rumbo» en algún momento. Apreciaré el comentario de los estimados lectores).

Tú me dabas tanto

 

“Huracán de distancias /Cortezas de los árboles/Monjes mudos.

El Universo está lleno de silencio”

JOSEP CASADESUS PURSALS

Puedes escucharlo pinchando en el título del poema.

 

 

Tú me dabas tanto.

Tu espíritu nostálgico,

las estaciones últimas

de un fantasma viudo,

los pájaros piando y el espesor de la noche.

Tú me dabas tanto.

El mar, los callejones,

los viñedos, la esquila,

los tinteros, el alba,

las líneas del soneto paralelo en catorce.

A veces me prestabas el oído

con pellizco de monja carmelita.

A veces me guardabas en baúles

de ébano el eco del rebato

de rabia o inocencia.

Qué triste está mi mayo sin tu boca,

por pereza mis labios no buscan sustituto.

Tu recuerdo me embriaga

tremendo, fiel, amante, doctor en bendiciones

de ensueños de maestro

ascendiendo a la luna como una madreselva.

Acaso nos encuentre otra forma de exceso,

en prosas de secretos

virginales y puros

de puntillas al céfiro.

Acaso fuera yo tu poesía,

y tú ese promontorio que arrulló a mi costado

sin llegar nunca a casa,

sin decirnos qué pasa detrás de la frontera

de la ausencia solemne,

intrigada,

constante.

 

 

pintor-hiperrealismo-

 

El holandés Tjalf Sparnaay es un pintor del hiperrealismo, un autodidacta que busca su inspiración en los clásicos.

Escuela para padres

Esto es lo que se podría considerar un Work in process.

 

Me hizo gracia leer en el blog de Merodeadoras noctámbulas el poema  Biografía  de Gabriel Celaya, que no conocía  y ayer empecé a escribir uno que todavía no está listo pero va en ese sentido:

 

coser

ESCUELA PARA PADRES

Naciste de un repollo.
Te trajo la cigüeña.
Dios puso una semillita
en la panza de mamá.
Las nenas visten de rosa.
Los varones de celeste.
Los reyes son Reyes Magos.
El de enero dejaron
esta pelota de fútbol.
(¡Mirá qué linda pelota!)
Andate a mirar la tele
porque está jugando Racing.
¿Hiciste bien la tarea?
Si no pudiste no importa.
¿Guardaste tu celular?
La cancha quedó explotada
con todas las lucecitas
y ese césped recortado.
Qué brava que está la barra.
Cuánta pasión. Qué locura.
La noche estaba preciosa.
Sacá una fotito, dale.
si total va a ser lo mismo
peinado que despeinado,
y nadie se va a fijar.
¿Se ve bien la bandera
alentando a nuestro equipo?
Más vale que te lo aprendas
de una vez y para siempre:
El jugador number one
es Lío Messi,
el mayor goleador de la historia,
de este planeta mundial.
El golazo del Diego con la mano
a los ingleses
no devolvió las Malvinas
ni por putas.
Pero qué…fuaaaaaaaaaá
el Diego
con esa Iglesia oficial.
Si gana hoy la pulga ya vas a ver,
campeón,
nos fumamos unos porros,
salimos en los diarios
y prendemos una vela.
a todos los santos del cielo.

 

La mermelada inescrupulosa

Espero que puedas perdonarme, le dijo la mermelada hirviendo a la cocinera de pastelería, a quien quemó las manos al desbordarse. Ella recriminó: voy a convertir en gelatina a esta criminal y ya sabrá lo que es no tener gusto a nada. El azúcar caramelizado se pegaba al fondo de la olla porque la mujer con su piel ardiendo no podía revolverlo. El humo se expandió por todo el restaurante. Cuando el jefe de planta entró en la cocina vio la escena dantesca: las llamas alcanzaban al techo, la cocinera gemía del dolor vomitando insultos a la mermelada y la mermelada burbujeaba calladita, calladita.

 

 

Microficción del Concurso de Cadena Ser  del año pasado.

channel y mermelada

 

Ilustración libre: Channel y mermelada

 

 

Una mujer se arrastra…

 

 

 

Feliz Otoño/Primavera

Hoy es el Día de la Poesía.

Colaboro a su difusión con este soneto con coda que escribí ayer (las correcciones y críticas serán siempre bienvenidas)

Una mujer se arrastra…

Una mujer se arrastra en la avalancha,
condenada al olvido de las formas
elípticas del tiempo y de sus normas,
y apenas se vislumbra en banda ancha.

No hay fueros legendarios en su mancha
perenne ni en oscuras plataformas
perciben las estéticas reformas
que en códigos ilícitos la engancha

como un juego en el ritmo del impulso.
Los tigres afilando las agallas
resisten cuando escapan de antiguallas

mientras Eva le toma a Adán el pulso
en moles de cemento de hoplotecas.
Las hojas del verano están resecas.

(El poema atraviesa las murallas).

Lu

Nos separamos…

 

 

 

automat edward hopperAutomat de Edward Hopper

 

 

Nos separamos 

Nos separamos sin ningún reproche,

sin decirnos adiós ni hasta mañana,

la angustia  se había vuelto sobrehumana

y huía nuestro cuerpo a medianoche.

 

No teníamos casa, perro o coche;

el amor se lavaba en palangana,

las horas redoblaban la semana

del bolsillo apretado como un broche.

 

Los tiempos del empleo estaban lejos

de las bodas de azúcar u hojalata;

al mirarnos de pie nos vimos viejos

 

tratando de aliviar la mala pata.

Nos dimos algún beso y dos consejos

y fuimos al futuro sin corbata.

 

 

 

 

 

Lu

 

Lo terminé de escribir, sale en crudo. Espero aportes, críticas y correcciones para convertirlo en una canción. ¿Me ayudas?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La geisha

 

Se puede escuchar en Soundcloud recitado por mí.

 

La geisha

Prepararse para ser geisha toda la vida.
Aprender a bailar igual que el viento,
a esculpir palabras balsámicas,
a tender una mano nívea y firme.
Ser la más hermosa;
apaciguar la mirada
y templar el corazón al sacrificio.

Prepararse para ser geisha
y saber que quien manda
en el Palacio
es aquel que controla,
con suaves masajes elementales,
los pies del otro.
Cambiar el kimono por la alta costura,
el cepillo casero por las sofisticadas peluquerías.
Caminar lentamente,
mas, ágil como una ardillita
consumando en Pandemonium
Pasión y Belleza.

Prepararse a oler como las lilas,
aprender a bajar los ojos,
a ser sutil con las diferencias.
Iluminarse con Basho
con Li Po o con Steiner,
pero iluminarse, sobre todo,
con rubor para mejillas
de marca afrancesada.

Recitar igual que los ángeles
poemas orientales con magnolias,
tierna y macerada la voz
en toneles añejos,
y seguir luciendo
fieramente indecente a los cuarenta
como una Ava Gardner
que no pierde su compostura
en las noches de copas de El Botín.

Prepararse para ser geisha,
doblemente geisha,
e instalarse en el jirón del mito,
dejar de ser una misma
para ser lo que los demás
quieren que seas,
y un día cualquiera
encerrarse en una habitación,
llena de flores y parientes,
pero antes iluminarse,
sobre todo, con rubor para mejillas
de marca afrancesada
y aceptar humildemente
que la Vida nos pegó un tiro.

 

 

 

De Premio Consuelo para…

Lucía Folino